Pablo hizo la maratón de La Cerdanya, un entreno de calidad antes de la Ultrapirineu de aquí 3 semanas. Y maratón maratón es un decir, ya que salieron 48 km, que luego la organización confirmó. Mucho calor, problemas en los pies, pero entreno hecho, que es lo que tocaba.
Yo, aunque me levanté temprano, dormí mejor e hice un pequeño entreno de calidad de 10 km, aunque algo truncado por un buen morrazo que me di bajando a toda leche por la pista, cuando, Fuyur, que iba pegado detrás mío, con una de sus patas,chocó contra las mías y literalmente volé...
Nada grave, la pierna izquierda hecha un cromete de heridas y la mano izquierda algo tocada pero nada roto, entera!!
Lo curioso es que cogí un mareo que me tuve que sentar en una piedra unos 5 minutos antes de continuar, en fin...
Después, en casa, hice una hora y media de gimnasio, primero zona superior, con algo de dolor pero se hizo, y luego abdominales y lumbares.
Dos horitas y medio de entreno, con algo de emoción.
Tarde de descanso, los sábados siempre.
Hoy domingo tocaba tirada larga. Nos fuimos a Matemale, a un circuito de bicicleta que rodea el lago y mientras Pablo rodaba en bici para estirar piernas, yo trotaba por ahí. Pero no pude hacerla.
Me sentía muy cansada. Creo que esta semana me ha pasado factura, dormir mal, sumar los entrenos de la tarde a la mañana, no sé, muy malas sensaciones, que hicieron que domingo, en el km 10, dijera basta.
Me lo tomaré como semana de descarga, que, de hecho, ya tocaba, puesto que desde la primera de agosto no lo hacía.
Mañana tocará analizar la semana, los entrenos y enfocar la siguiente.
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