martes, 3 de marzo de 2015

Cómo empezó...

Yo soy Judith. Tengo 38 años y vivo en Bagà con mi marido, Pablo, una chinchilla peluda muy simpática (el día que tiene ganas de serlo) y en nuestras montañas, felices y tranquilos. No tenemos hijos, no hemos querido y no creo que ahora me aparezca el instinto maternal. 

Adoro correr, por asfalto poco, por senderos, montañas, pistas... me apasiona. La montaña es mi medio, sentirla, respirar su aire, oler la hierba, allí soy feliz. Cuantos más kilómetros, mejor. Cuantas más horas, mejor. Y me apasiona entrenar, soy un poco obsesiva, sí. Siempre lo he sido, en todo lo que he hecho, en todo lo que me encanta y entrenar me gusta mucho, si algún día hago poco o nada, es porque mi cuerpo me lo pide, no mi cabeza.

Qué cómo empezó todo???

Tuve una infancia muy atlética, hacía muchos deportes y ya desde pequeña me interesó el atletismo...
Mentira podrida.

Era una niña de Barcelona, sedentaria, odiaba la gimnasia, para que os hagáis una idea, un día en el cole teníamos unas pruebas deportivas. Era un recorrido donde en un momento dado tenía que dar una voltereta hacia atrás y seguir corriendo. Pues bien, hice la voltereta hacia atrás y salí corriendo, sí, pero en dirección contraria, volví al inicio de la carrera hasta que me dí cuenta que estaba sola, y las gradas llenas de gente, un desastre...

Eso sí, la montaña siempre me ha gustado, y recuerdo con mucho cariño aquellas excursiones con mi familia los sábados, en vacaciones, muy especiales... 

Con 13 años empezé a fumar hasta los 28, un paquetito y medio cada día, que no es poco.
Deporte cero, en la infancia, en la adolescencia y más allá.

Estudié ADE en la UB, dónde conocí a Pablo, con 20 años y juntos hasta hoy. Pablo es mi pareja, mi amigo, mi conciencia, mi razón muchas veces, mi compañero de entrenos, de carreras, mi compañero de vida... soy muy afortunada, nos hemos encontrado y somos uno.

Tengo unos padres estupendos y dos hermanas mayores a las que quiero con locura y nos llevamos muy bien, aunque ahora nos veamos menos.

Desde hace 15 años trabajo en una entidad financiera, y ha sido hasta hace poco un aspecto de mi vida dónde he focalizado muchos esfuerzos.

Un año antes de casarme, dejé de fumar y Pablo y yo empezamos a hacer excursiones por la montaña cada vez más asiduamente, y cada vez más largas. La primera nos perdimos y estuvimos 10 horas por el monte, era una señal...

Me casé con 28 años y nos fuimos a vivir a Terrasa, donde vivimos 6 años. Al cabo de poco de vivir allí empezamos a correr, con la simple intención de mejorar ritmo en nuestras excursiones. No duraba ni 20 minutos, buf, qué cansancio...

Al cabo de unos 4-5 meses de empezar a correr, hice mi primera carrera. Una de media montaña, de unos 15 kilómetros y nocturna!! Llegué que no era yo, tuve que ir detrás de un coche a sacar lo que aún quedaba en mi... tardé dos meses en volver a correr, un trauma!!

Pero volví, y a esa carrera le siguieron otras, medias maratones de asfalto, maratones de asfalto y poco a poco más y con más montaña.

Mi primera ultra fueron las 24 horas de Cavalls del Vent, en el año 2008, aún no existía la carrera oficialmente. La hicimos Pablo y yo juntos. Aún recuerdo cómo en la última subida (llegando al refugio de Rebost) Pablo me tenía que empujar por el culito, no podía con mi alma. La hicimos en 22:35 horas. Hubo sufrimiento, hubo dolor, creo que hasta lágrimas. Pero cuando llegamos... esa ducha, esa cena, ese despertar al día siguiente, terriblemente dolorida, sí, pero tan feliz. Ahí supe que lo mío era la larga distancia, las ultratrails, sufrimiento sí, pero la recompensa vale el triple.

A los 6 años de vivir en Terrasa, y en plena crisis económica, Pablo y yo decidimos poner en venta el piso y irnos a vivir a Bagà, más cerca de la montaña, más tranquilidad, más paz.. y más entrenos!!!!!
Laboralmente no hubo problema, tenemos un trabajo que tiene sucursales en muchos sitios, sí, es una ventaja. Conseguimos venderlo y al mismo precio que compramos!! Y para Bagà que nos fuimos.

Yo, en mi afán de seguir progresando a nivel laboral, me encontré hace un año siendo directora de una oficina de 7 empleados, preocupaciones, y largas jornada laborales. Pablo, de una forma diferente, pero también cada vez con la mente más estresada, el cambio de residencia buscando otro ritmo de vida se había vuelto en nuestra contra.

Así que pusimos fin a ese estrés y dimos un volantazo a todo ello. Hace 6 meses renuncié a ese cargo y a todos y Pablo también. Ahora somos simples empleados, pero con las tardes libres, la mente despejada, felices, tranquilos, ahora sí vemos la montaña, clara y nítida, y a ella vamos cada día.

Hasta hoy. Hemos hecho muchos cambios en nuestra vida, pero siempre buscando nuestra felicidad, hemos ido creando y modificando nuestro destino, siempre con un fin, ser felices.

Empiezo con este blog, un blog con entradas diarias, si puedo, un blog donde explicar el entreno del día, las carreras que vaya haciendo, sensaciones, pensamientos... el diario de una ultrarunner.

Y recordad amigos, en esta vida no hay camino, se hace camino al andar.

1 comentario:

  1. y yo procurare leerte cada día que escribas...para mi son mis padres junto con tío Isma en el mundo del trail!!! Gracias por todo, pero sobretodo por ser de mi mejor persona al tenerles a vuestro lado!!! Bonitas palabras las tuyas en esta primera entrada...propias de una mujer espartana ;)

    ResponderEliminar